El Roble: era el más importante y el objeto de culto de los druidas. Estos árboles tenían la categoría de semidioses y se ofendían terriblemente si los cortaban. Un bosque de robles que hubieran brotado de las raíces de robles talados era malévolo. Constituía un peligro atravesarlo por la noche, sobre todo si era un bosque con campánulas azules.
El Espino: era un árbol consagrado a las hadas, o frecuentado por ellas. Esto es especialmente cierto en los espinos solitarios, que crecen cerca de las colinas de hadas o en los círculos de tres o más espinos.
Los Sauces: eran los más siniestros, pues tenían la costumbre de desenraizarse en las noches obscuras y seguir a los viajeros solitarios, al tiempo que iban murmurando.
El Saúco: era considerado sagrado. También se creía que era necesario pedir permiso al árbol antes de cortar una rama; la fórmula era: "Anciana, dame un poco de tu madera, y yo te daré un poco de la mía cuando me convierta en árbol". Sus hojas y frutos eran apreciados para hacer vino. Se decía también que las hadas buenas encontraban protección contra las brujas y los malos espíritus bajo sus ramas. Muchos saúcos están bajo la grave sospecha de ser brujas transformadas, y se cree que si se los corta sangran.
1 comentario:
el arbol, si hablara el lenguaje de los hombres...
si me das a escojer entre la flor mas bella y el arbol mas feo, me quedo con el arbol, son magicos , pero es algo que no se puede explicar con palabras, tienes que sentirlo, escucharlo,,,
si supieras lo que te echo en mi mente bajo mi arbol jajajaaa
TE AMOOOO
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