Solo fluir......
Dejar que lo que suceda, ocurra. Que lo que ocurra, suceda. Que el corazón guíe, y los pasos sigan sus huellas. Mirar al frente, y no predeterminar el futuro. Dejarse llevar por las cosas simples de la vida, no perder el tiempo en lo inerte. Sentir los latidos del corazón y a ratos volar. Soñar, y luchar porque la vida sea la utopía de los sueños encarnados.


"La magia va, viene, vuela. ...

Nace en los ojos, en la mirada,

en el alma, en el corazón.

Se feliz con la magia del Camino,

vuela libre con ella,

y que nada ate tu corazón.

Quiere a los que caminan contigo

y se feliz con ellos.

No llores por los que van más adelante o más atrás.

Vive el presente en el que la magia nos une a todos"



“Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, mejorar y transformar tu mundo.."

lunes, 28 de diciembre de 2009

ARBOLES SAGRADOS


Casi todos los árboles llevan asociado algún concepto sagrado, pero unos son más sagrados que otros. La gran trilogía mágica está formada por el Roble, el Fresno y el Espino. Entre los frutales, el poder mágico se asocia al Manzano y al Avellano. Siguen en importancia, según su poder, el Serbal, el Acebo, el Sauce, el Saúco y el Ali­so. Algunos tienen personalidad propia y otros son ha­bitaciones de hadas.

El Roble: era el más importante y el objeto de culto de los druidas. Estos árboles tenían la categoría de semidioses y se ofendían terriblemente si los cortaban. Un bosque de robles que hubieran brotado de las raíces de robles talados era malévolo. Constituía un peligro atra­vesarlo por la noche, sobre todo si era un bosque con campánulas azules.

El Espino: era un árbol consagrado a las hadas, o fre­cuentado por ellas. Esto es especialmente cierto en los espinos solitarios, que crecen cerca de las colinas de ha­das o en los círculos de tres o más espinos.

Los Sauces: eran los más siniestros, pues tenían la costumbre de desenraizarse en las noches obscuras y se­guir a los viajeros solitarios, al tiempo que iban murmu­rando.

El Saúco: era considerado sagrado. También se creía que era necesario pedir permiso al árbol antes de cortar una rama; la fórmula era: "Anciana, dame un poco de tu madera, y yo te daré un poco de la mía cuando me con­vierta en árbol". Sus hojas y frutos eran apreciados pa­ra hacer vino. Se decía también que las hadas buenas encontraban protección contra las brujas y los malos es­píritus bajo sus ramas. Muchos saúcos están bajo la grave sospecha de ser brujas transformadas, y se cree que si se los corta sangran.

1 comentario:

Siete Aguila dijo...

el arbol, si hablara el lenguaje de los hombres...
si me das a escojer entre la flor mas bella y el arbol mas feo, me quedo con el arbol, son magicos , pero es algo que no se puede explicar con palabras, tienes que sentirlo, escucharlo,,,
si supieras lo que te echo en mi mente bajo mi arbol jajajaaa
TE AMOOOO



Haz lo que quieras, mientras no dañes a nadie.