Muchas personas tratan de entender qué es la magia. Con esta pequeña explicación intento informarte, para que comprendas lo que realmente es, y por qué gracias a ello podemos transformar la realidad. Lee con atención.
La magia forma parte del mundo desde la creación. Es el quinto elemento, junto con el fuego, la tierra, el aire y el agua. Es la fuerza que los mantiene unidos y en armonía, y como tal no tenemos constancia de ello. El mundo es el que es gracias a esa fuerza, y no concebimos un mundo de otra manera. Debido a ese punto de vista tan estrecho, somos, la mayoría, incapaces de advertir la presencia de este quinto elemento.
Algunos seres están más cerca de cierto elemento, como por ejemplo los peces y las algas, más cercanos al agua; las aves, más cercanos al aire; y los animales terrestres y la mayoría de vegetales, estrechamente ligados a la tierra. También los hay cercanos al fuego, pero son difíciles de ver por su reducido tamaño. ¿Y en cuánto a los seres mágicos, más cercanos a la magia? Muy pocos quedan del mundo antiguo, cuando la humanidad aún dormía. Actualmente sólo conocemos a los shide, y para ellos la magia es tan habitual e indescriptible como el aire que respiramos.
Al igual que los elementos adoptan formas muy diversas al presentarse ante nosotros, la magia también se expresa de maneras diferentes. La manifestación de la magia no es otra cosa que la canalización de parte de esa energía por un ente y su posterior enfoque de una manera concreta. Cuando el mundo aún era joven, algunos seres eran lo suficientemente osados como para intentar canalizar esa fuerza a través de ellos. Sin los conocimientos y el control necesarios, muchos morían abrasados o... desintegrados. Otros la controlaron y la hicieron parte de su raza.
Al envejecer el mundo y aparecer la humanidad, la magia fue olvidada, y sus manifestaciones temidas. También hubo humanos que, por curiosidad o por temor, se adentraron en este mundo. Debido a la fragilidad de la raza, y al breve lapso de tiempo que habita cada individuo en el mundo, los que estudiaban esta fuerza no la podían abarcar en su totalidad. Para sacar algún beneficio en su estancia terrena se limitaron a formas de expresión más concretas y fáciles de aprender y transmitir. Incluso así, les lleva casi toda su vida un control maestro sobre ese recortado poder. Esta es la razón de que la magia les permita a unos transformarse en animales, a otros controlar el clima, a otros el destino de los demás... y así una pequeña larga lista de limitadas habilidades mágicas.
Si no creéis que lo que digo no es cierto, mirad a los shide. Al ser seres inmortales han aprendido toda la magia del mundo y forma parte de ellos. No lo consideran como algo extraño, sino algo tan habitual como comer o hablar. De hecho podrían destruir el mundo o subyugarlo bajo su inmenso poder, pero no lo hacen porque... ellos viven el mañana, y porque no necesitan emplear la magia para conseguir sus objetivos, tan lejanos a los nuestros. Sin embargo, dejan esa tarea de acabar con el mundo a nosotros, los patéticos humanos, ladrones de su don que ansiamos dominar las cosas, luchando hijo contra padre, hermano contra hermano, discípulo contra maestro.
