Solo fluir......
Dejar que lo que suceda, ocurra. Que lo que ocurra, suceda. Que el corazón guíe, y los pasos sigan sus huellas. Mirar al frente, y no predeterminar el futuro. Dejarse llevar por las cosas simples de la vida, no perder el tiempo en lo inerte. Sentir los latidos del corazón y a ratos volar. Soñar, y luchar porque la vida sea la utopía de los sueños encarnados.


"La magia va, viene, vuela. ...

Nace en los ojos, en la mirada,

en el alma, en el corazón.

Se feliz con la magia del Camino,

vuela libre con ella,

y que nada ate tu corazón.

Quiere a los que caminan contigo

y se feliz con ellos.

No llores por los que van más adelante o más atrás.

Vive el presente en el que la magia nos une a todos"



“Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, mejorar y transformar tu mundo.."

jueves, 16 de abril de 2009

EL REY SALOMON COMO MAGO


En la Biblia y el Corán podemos leer sobre los poderes mágicos del rey Salomón. En el Sutra XXVII del Corán se menciona como el rey David, cuando era un joven pastor en contacto con la naturaleza, aprendió «el idioma de los pájaros», idioma que debió enseñar a su hijo Salomón. El conocimiento de este «idioma natural» era la clave para que los reyes David y Salomón entendieran las Leyes del Universo y pudieran materializarlas en el arquetipo ideal de belleza.

Durante la Edad Media, David se representaba siempre con un arpa en sus manos, simbolizando la armonía espiritual del Cosmos. El historiador judeo-romano Flavio Josefo (37-100 d.C.) mencionaba unos interesantes detalles que nos permiten comprender cómo el rey Salomón habría podido escribir varios libros sobre magia. Durante la época del Imperio Romano, la magia ritual influyó mucho en las gentes. Estos aspectos mágicos se mantuvieron hasta la Edad Media, manifestados en hechos como la creencia en la existencia de «diablos» y la lucha contra las enfermedades por medio de exorcismos. Orígines -uno de los padres de la Iglesia- mencionaba estas curaciones, que pudo leer en la literatura mágica atribuida al rey Salomón.
Para la lucha contra el Diablo se usaba el «Sello del rey Salomón», un pentángulo o estrella de cinco puntas con el sagrado nombre de Dios escrito en su interior. En aquellos tiempos se vendían amuletos con dicho símbolo, ya que se le atribuía la propiedad de invocar al espíritu de Salomón para defenderse de muchas enfermedades contagiosas. Después de todo, el rey Salomón era el mayor mago de todos los tiempos y llegó a poner al Diablo a su servicio.

Un manuscrito del siglo IV, el Testamento del rey Salomón, desmitificaba el poder mágico del rey. El texto incluía una biografía de Salomón y de la época de su gobierno, incidiendo especialmente en la construcción de su Templo. En esa época se consideró que el libro era un hito en el campo de exorcismo, y demuestra la creencia en la existancia de demonios en la Cristiandad del siglo XVI.
Pero es sobre todo en el siglo XIII cuando se afianzó la idea de que Salomón poseyó toda la sabiduría de su tiempo, convirtiéndo al rey en un símbolo de la Sabiduría Divina. Esto también se expresó en numerosas estatuas e imágenes de las fachadas y las vidrieras de las catedrales medievales. En la catedral de Amiens (qué ha sufrido pocos daños importantes desde su terminación) encontramos la estatua del rey Salomón, justo en el centro de la fachada occidental, flanqueado por las dos columnas de su Templo. Sobre él, encontramos la estatua del Cristo, dando la impresión de que el rey Salomón está llevandolo sobre sus hombros. Esta composición se encuentraba en muchas otras catedrales, aunque la mayoría se demolieron durante la revolución francesa.

En los escritos medievales se señala a menudo que las catedrales góticas se construyeron basándose en los principios del Templo de Jerusalén, comenzado por el rey David y continuado por el rey Salomón. En la «Biblia Moralisè» francesa, el rey Salomón es el símbolo de la Sabiduría Divina. En el encuentro con la reina de Saba, ésta simbolizaba la Iglesia que había dejado de escuchar las palabras de Dios dialogando con el rey Salomón. El «Juicio del rey Salomón» es otro tema que podemos encontrar en las fachadas de casi todas catedrales medievales. Normalmente el rey Salomón aparece sentado o de pie entre las dos columnas de su Templo, junto a dos mujeres que se pelean por el niño vivo, mientras que los soldados hacen ademán de partirlo en dos. Investigaciones recientes han demostrado que esta leyenda popular es muy anterior a la época del rey Salomón, y que simplemente se adaptó con su nombre.

fuente:
http://www.delacuadra.net

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