Solo fluir......
Dejar que lo que suceda, ocurra. Que lo que ocurra, suceda. Que el corazón guíe, y los pasos sigan sus huellas. Mirar al frente, y no predeterminar el futuro. Dejarse llevar por las cosas simples de la vida, no perder el tiempo en lo inerte. Sentir los latidos del corazón y a ratos volar. Soñar, y luchar porque la vida sea la utopía de los sueños encarnados.


"La magia va, viene, vuela. ...

Nace en los ojos, en la mirada,

en el alma, en el corazón.

Se feliz con la magia del Camino,

vuela libre con ella,

y que nada ate tu corazón.

Quiere a los que caminan contigo

y se feliz con ellos.

No llores por los que van más adelante o más atrás.

Vive el presente en el que la magia nos une a todos"



“Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, mejorar y transformar tu mundo.."

jueves, 27 de enero de 2011

LAS LEYES DE LA MAGIA



La magia se rige por cinco leyes o principios:

La ley de las correspondencias: Lo que está arriba es como lo que está abajo. Existe una correspondencia entre el supramundo formado por las esencias sobrenaturales y el microcosmos. Cada parte del marcrocosmos tiene su correspondencia en el microcosmos hasta el punto de que cada uno es la reproducción especular y a escala del otro.

La ley de las afinidades: Lo semejante atrae a lo semejante. Para que una operación mágica tenga éxito deben elegirse aquellos elementos cuyo nivel vibratorio sea de la misma intensidad que aquel sobre el que se desea actuar.

La ley de la voluntad: El mago debe desear con toda la fuerza de su voluntad, con todo su querer y con toda la intensidad de que es capaz, alcanzar el fin que se ha propuesto. Debe actuar imperativamente sobre la naturaleza, desafiar sus leyes y decir: “Yo quiero”.

La ley de la transcendencia: En cada ser humano hay una estrella en potencia, es decir, en cada persona existe un elemento trascendente y no material que es precisamente el que está en condiciones de realizar las operaciones mágicas que se proponen.

La ley del retorno: Todo aquel que hace daño, recibirá a cambio tres veces el mal que hace. Todo aquel que hace bien, recibirá a cambio tres veces el bien que hizo. Igualmente, todo aquel mal que se haga a alguien, y todo el bien, se recibirá tres veces.



Haz lo que quieras, mientras no dañes a nadie.